SOS Arauca: El Gobierno Petro y los insurgentes deben reanudar los diálogos

Desde un cantón militar donde estuvo Otty en Arauca no se gestiona la Paz para Arauca, porque es donde se cocina la guerra y se le echa más leña al fuego. Es el pueblo Araucano abatido por el dolor de este conflicto a quienes debe escuchar, líderes de gremios y demás sectores afectados por  esta violencia que se agudiza en Arauca.

La región de Arauca, en el oriente colombiano, es una tierra de riqueza natural y cultural, habitada por personas resilientes que han enfrentado innumerables desafíos. Sin embargo, durante décadas, esta hermosa tierra ha sido escenario de un conflicto armado entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ahora en su facción de disidencias. Este enfrentamiento ha dejado una profunda huella de dolor y pérdida en las comunidades locales. Hoy, más que nunca, es urgente detener esta guerra que solo trae sufrimiento y obstaculiza el progreso y desarrollo de la región.

El Contexto Histórico del Conflicto

Arauca ha sido históricamente una zona de influencia para grupos armados debido a su ubicación estratégica en la frontera con Venezuela y su riqueza en recursos naturales, especialmente petróleo. La presencia limitada del Estado y la falta de oportunidades económicas han contribuido a que estos grupos encuentren terreno fértil para sus actividades.

El ELN y las FARC han mantenido presencia en la región, disputándose el control territorial y de recursos. A pesar de los acuerdos de paz firmados en 2016 entre el Gobierno colombiano y las FARC, algunas facciones disidentes continuaron en armas, exacerbando la tensión en zonas como Arauca.

La Situación Actual en Arauca

 En los últimos años, el conflicto ha escalado, afectando gravemente a la población civil. Los enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las FARC han generado desplazamientos masivos, asesinatos selectivos, desapariciones forzadas y violaciones de derechos humanos. Las comunidades viven en constante temor, y las actividades económicas, como la agricultura y la ganadería, se han visto paralizadas, profundizando la crisis social y económica.

Un Llamado Urgente al Diálogo y la Paz

Ante esta realidad, surge un clamor desde lo más profundo de Arauca: es imperativo poner fin al conflicto. La paz no puede seguir siendo una promesa lejana; debe convertirse en una realidad palpable para quienes habitan esta región.

Hacemos un llamado al Gobierno Nacional, encabezado por el presidente Gustavo Petro, y al Alto Comisionado para la Paz, Otty Patiño, para que escuchen y atiendan con urgencia las demandas de la población Araucana. Es fundamental que se establezcan canales efectivos de diálogo con los actores armados y se promueva un cese al fuego bilateral que conduzca a negociaciones de paz sustanciales.

El Rol de los Actores Armados

A los miembros del ELN y las disidencias de las FARC, les instamos a que reflexionen sobre el impacto de sus acciones en las comunidades. La lucha armada ha causado un sufrimiento incalculable y ha frenado el desarrollo de una región que tiene un enorme potencial. Es hora de priorizar la vida, la dignidad humana y el bienestar colectivo por encima de cualquier interés particular.

El compromiso con un diálogo sincero y constructivo es el camino para encontrar soluciones que beneficien a todos. La historia ha demostrado que la paz es alcanzable cuando existe voluntad y disposición al cambio por parte de todos los involucrados.

El Compromiso de la Sociedad Civil

La sociedad civil en Arauca ha demostrado una admirable resiliencia y deseo de paz. Organizaciones comunitarias, líderes sociales, jóvenes y adultos han alzado su voz en múltiples ocasiones, promoviendo iniciativas de reconciliación y desarrollo sostenible. Es vital que estas voces sean escuchadas y respaldadas.

Los jóvenes, en particular, representan la esperanza de un futuro diferente. Su energía, creatividad y anhelo de cambio son fundamentales para construir una nueva realidad en Arauca. Es esencial brindarles espacios de participación y oportunidades que les permitan ser agentes activos en la construcción de la paz.

El Papel del Gobierno Nacional

El Gobierno tiene la responsabilidad de garantizar la seguridad y el bienestar de todos los Colombianos. En este sentido, es crucial que se implementen políticas integrales que aborden las causas estructurales del conflicto en Arauca. Esto incluye:

• Fortalecimiento de la presencia estatal en términos de seguridad, pero también en servicios básicos como y desarrollo económico.
• Inversión en proyectos sociales y económicos que generen empleo y promuevan el crecimiento sostenible de la región.
• Respeto y promoción de los derechos humanos, asegurando que las acciones de las fuerzas de seguridad se alineen con los estándares internacionales y protejan a la población civil.
• Apoyo a las iniciativas de la sociedad civil, reconociendo y potenciando el trabajo de las comunidades y organizaciones locales en la construcción de la paz.

Una Invitación a la Comunidad Internacional

La comunidad internacional puede desempeñar un rol de apoyo y acompañamiento en este proceso. A través de organismos multilaterales y organizaciones no gubernamentales, es posible brindar asistencia técnica, recursos y monitoreo que contribuyan a fortalecer los esfuerzos de paz en Arauca.

Conclusión: Construyendo Juntos un Futuro de Paz

Arauca no puede seguir siendo escenario de un conflicto que solo trae destrucción y retraso. Es momento de transformar el dolor en esperanza, el miedo en acción y la división en unidad. La paz es un derecho y una necesidad para todos los habitantes de esta región.

Invitamos a todos los colombianos y a la comunidad internacional a unirse a este llamado. 

Compartamos este mensaje, sensibilicemos sobre la situación en Arauca y trabajemos juntos para que la paz deje de ser un sueño y se convierta en una realidad.

¡Arauca clama por la paz, y es nuestra responsabilidad responder a ese llamado!

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